En una esquina, tenemos al gato que quiere que lo dejen solo y se encuentran rodeado. En la otra esquina, tenemos al perro que está aburrido y quiere molestar al gato. Ding ding! Vamos a empezar el combate de boxeo! Para malas sólo el gato tiene los guantes puestos. El perro aguanta golpe tras golpe en la cara como un campeón. Este gato boxeador si que tiene mal carácter.
