El 11 de junio la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó a la gripe porcina como de nivel de alerta seis; es decir, pandemia actualmente en curso que involucra la aparición de brotes comunitarios. Ese nivel de alerta no define la gravedad de la enfermedad producida por el virus, sino su extensión geográfica. La tasa de letalidad de la enfermedad que inicialmente fue alta, ha pasado a ser baja al iniciar los tratamientos antivirales a los que es sensible, sin embargo la futura evolución del virus es impredecible, como constata la directora general de la OMS