En Hungría, el reverendo Zoltan Lendvai, de 45 años, quien reside y predica en Redics, una pequeña localidad en la frontera con Eslovenia, está convencido que la patineta puede abrir el camino hacia Dios para los jóvenes. Lendvai dice que sigue los pasos de San Juan Bosco, el sacerdote y educador italiano del siglo XIX quien se dedicó a mejorar la vida de jóvenes pobres y utilizó juegos como parte de su educación. "He sentido muchas veces que ésta es la manera en la que puedo acercar un poco más a la gente a Jesús", dijo el sacerdote. El religioso aprendió a andar en patineta a los 14 años en la escuela.